(En preparación, por Carlos
Morales)
Ya ves, ahora el miedo roza a menudo tu corazón,
y el mundo a veces parece una noticia distante;
los árboles protegen la infancia para ti
como un recuerdo cada vez más remoto.
Entre inciertas mañanas y noches sospechosas,
la mitad de tu vida la has vivido entre guerras,
y ahora, una vez más, frente a ti el orden resplandece
sobre las puntas levantadas de las bayonetas.
A veces, en sueños, el paisaje todavía se yergue ante ti,
el hogar de tus versos, donde el perfume de la libertad
danza sobre la hierba y, en la mañana, al despertar,
el hogar de tus versos, donde el perfume de la libertad
danza sobre la hierba y, en la mañana, al despertar,
a tu lado continúa su fragancia.
En raras ocasiones, cuando estás trabajando, te sientas, asustado,
junto a tu escritorio. Y es como si vivieras sobre un lodazal;
la mano, decorada con una pluma, se agita pesada
la mano, decorada con una pluma, se agita pesada
y cada vez más llena de cansancio.
El mundo se está convirtiendo en otra guerra —una nube hambrienta
devora el suave azul del cielo y, cuando oscurece,
tu joven esposa te rodea con los brazos
y llora.
Monday Evening
You see, now fear often fingers your heart,
and at times the world seems only distant news;
the old trees guard your childhood for you
as an ever more ancient memory.
Between suspicious mornings and foreboding nights
you have lived half your life among wars,
and now once more, order is glinting toward you
on the raised points of bayonets.
In dreams sometimes the landscape still rises before you,
the home of your poetry, where the scent of freedom
wafts over the meadows, and in the morning when you wake,
you carry the scent with you.
Rarely, when you are working, you half-sit, frightened
at your desk. And it's as if you were living in soft mud;
your hand, adorned with a pen, moves heavily
and ever more gravely.
You see, now fear often fingers your heart,
and at times the world seems only distant news;
the old trees guard your childhood for you
as an ever more ancient memory.
Between suspicious mornings and foreboding nights
you have lived half your life among wars,
and now once more, order is glinting toward you
on the raised points of bayonets.
In dreams sometimes the landscape still rises before you,
the home of your poetry, where the scent of freedom
wafts over the meadows, and in the morning when you wake,
you carry the scent with you.
Rarely, when you are working, you half-sit, frightened
at your desk. And it's as if you were living in soft mud;
your hand, adorned with a pen, moves heavily
and ever more gravely.
The world is turning into another war—a hungry cloud
gobbles the sky's mild blue, and as it darkens,
your young wife puts her arms around you,
and weeps.
De su libro
Cluded
Sky,
(Trad.
S. Polgar, S. Berg y S.J. Marks)
Prensa
Sheep Meadow, Nueva York, 2003
Otros poemas de
"Lunes al atardecer" * "No puedo saber"
"Postal segunda"
"Marcha forzada"
"Postal primera" "Postal tercera"
"Última postal"
Otros
Grandes Obras de
El Toro de Barro
PVP: 10 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
|
En un dramático–y real– camino de retorno,
algunos de los 130 niños que sobrevivieron a Auschwitz viajaron de nuevo al escenario de aquel apocalipsis con un grupo
de estudiantes israelíes de secundaria, en el que se encontraban sus hijas. El
encontronazo de dos generaciones distintas con aquella memoria de dolor provocó
una gigantesca catarsis individual y colectiva, cuya historia fue narrada por la psicóloga
infantil Amela Einat en La cicatriz del humo,
Esta novela coral pone de manifiesto las diversas formas de
experimentar la presencia real de aquella tragedia en todas las
generaciones del Israel contemporáneo, de cuyas patologías Amela Einat
es una reputada e innovadora especialista
No hay comentarios:
Publicar un comentario