Las sorpresas que depara un "Who is who?"
del Tercer Reich y su época
Pronto
se cumplirán ochenta años del ascenso de Hitler al poder, y sigue escribiéndose
sobre lo que supuso el nazismo. Una forma distinta de estudiarlo es la
aproximación biográfica global.
Fernando Navarro García.
Diccionario biográfico de nazismo y III Reich.
Sepha. Málaga, 2010. 847 pp.
ilustradas. 33 €
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Fernando Navarro |
La referencia literaria y cinematográfica al nazismo y sus
consecuencias es continua, y se une a las aportaciones historiográficas y
memorialísticas, a las reediciones de clásicos del género (y de su principal
subgénero: la Segunda
Guerra Mundial) y a nuevas obras de divulgación.
El tema es, pues, de actualidad permanente, y sin embargo faltaba en castellano una revisión nominal global del periodo en forma de exhaustivo elenco como el que ha preparado Fernando Navarro García con este Diccionario biográfico de nazismo y III Reich (Sepha), que aborda pequeñas síntesis de las vidas respectivas, imposibles de abordar en las obras generales e incluso en las monografías.
Viene enriquecido además con buenos planos a color, reproducciones de carteles, una bibliografía apabullante clasificada por temas y una serie de anexos muy útiles: equivalencias de rangos entre las SS y las SA y las categorías militares españolas, glosario de términos comunes de aquella época y un índice onomástico por tipo de actividad o filiación del personaje, de gran ayuda para consulta sectorial sobre, por ejemplo, el mundo de la cultura o el entorno personal de Adolf Hitler, entre otros.
El tema es, pues, de actualidad permanente, y sin embargo faltaba en castellano una revisión nominal global del periodo en forma de exhaustivo elenco como el que ha preparado Fernando Navarro García con este Diccionario biográfico de nazismo y III Reich (Sepha), que aborda pequeñas síntesis de las vidas respectivas, imposibles de abordar en las obras generales e incluso en las monografías.
Viene enriquecido además con buenos planos a color, reproducciones de carteles, una bibliografía apabullante clasificada por temas y una serie de anexos muy útiles: equivalencias de rangos entre las SS y las SA y las categorías militares españolas, glosario de términos comunes de aquella época y un índice onomástico por tipo de actividad o filiación del personaje, de gran ayuda para consulta sectorial sobre, por ejemplo, el mundo de la cultura o el entorno personal de Adolf Hitler, entre otros.
Todo ello, envolviendo más de quinientas vidas de
personajes relevantes, no sólo del régimen nacionalsocialista, del aparato del
partido o de los Ejércitos, sino también de la oposición, con nombres casi
todos germanos (con la natural inclusión de Winston Churchill, Neville
Chamberlain o Léon Blum).
Las sorpresas que oculta la propaganda
Navarro
contribuye así a separar lo que la propaganda bélica –lógico- y postbélica –no
tan lógico- no quiso separar bien: a saber, Alemania como nación del nazismo
como ideología.
Ésta es la primera "sorpresa" que espera a
quienes picoteen en estas páginas (que es como conviene leerlas), a pesar de
que la película Operación Valkiria ha contribuido a grabar en los
espíritus lo que, como es obvio, se ha sabido siempre: que ni la instalación ni
la continuidad de Hitler en el poder fueron pacíficas,
que requirieron una continua vigilancia de la oposición, y que ésta no fue
sólo comunista o judía. Fue nutrida en ella la representación conservadora,
como la del ex alcalde de Leipzig, Carl Goerdeler, ejecutado en 1945
tras el fracaso del principal atentado contra el Führer.
También salta por los aires el supuesto colaboracionismo de la Iglesia católica alemana o de Pío XII con el régimen nazi. Navarro considera tibia la actitud del cardenal Michael von Faulhaber, arzobispo de Múnich (de quien cita la anécdota de que el último sacerdote al que ordenó fue a Joseh Ratzinger, antes de morir en 1952), pero explica que fueron él y el cardenal Eugenio Pacelli (futuro Papa) quienes dieron forma a la encíclica Mit Brennender Sorge de 1937, con la que Pío XI condenó el nazismo. También considera el autor que es injusto y erróneo considerar "nazi" a Pío XII (aunque formula similares reservas que con Faulhaber), y que "sus decisiones políticas como jefe de Estado fueron las únicas posibles en aquella coyuntura (neutralidad exterior y ataques subrepticios y modestos al nazismo)".
También salta por los aires el supuesto colaboracionismo de la Iglesia católica alemana o de Pío XII con el régimen nazi. Navarro considera tibia la actitud del cardenal Michael von Faulhaber, arzobispo de Múnich (de quien cita la anécdota de que el último sacerdote al que ordenó fue a Joseh Ratzinger, antes de morir en 1952), pero explica que fueron él y el cardenal Eugenio Pacelli (futuro Papa) quienes dieron forma a la encíclica Mit Brennender Sorge de 1937, con la que Pío XI condenó el nazismo. También considera el autor que es injusto y erróneo considerar "nazi" a Pío XII (aunque formula similares reservas que con Faulhaber), y que "sus decisiones políticas como jefe de Estado fueron las únicas posibles en aquella coyuntura (neutralidad exterior y ataques subrepticios y modestos al nazismo)".
Y ahí está también la figura del cardenal Clemens von
Galen, arzobispo de Münster, firme contra los ataques al cristianismo por
parte del régimen, y cuya detención y ejecución, que pedían Heinrich Himmler
y Martin Bormann, paró por interés político Joseph Goebbels en
1941. O jesuitas como el padre Alfred Delp o los laicos Nikolaus
Gross o Wilhelm Leuschner, los tres acusados de complicidad en el
intento de asesinato de Hitler del 20 de junio de 1944 y ejecutados en
consecuencia.
¿Más "sorpresas"? La convicción con la que los
jerarcas nazis aducían su condición de socialistas, como Erich Koch,
impulsor de la colectivización agrícola en Prusia, responsable de grandes
matanzas en el frente del Este, quien en los juicios de Nüremberg adujo su condición
de buen socialista y amigo de los trabajadores. O la mezcla entre los
dirigentes del partido de personas de gran finura intelectual con auténticos
zotes sin formación dotados de un poder que utilizaban sin miramientos.
La obra de Navarro permite una visión panorámica de
la realidad del nazismo que permite apreciar todo tipo de matices, como en el
caso de Wilhelm Kube, quien como gobernador de la Rusia blanca durante la
guerra presumió primero de matar a 55.000 judíos para luego, horrorizado con
algunas acciones brutales contra ellos, enfrentarse a las SS y utilizar mano de
obra judía para evitar su exterminio.
¿De dónde venían, qué pensaban?
También la obra nos permite comprender, a través de las
biografías de muchos de los primeros jerarcas del NSDAP, qué fue lo que
ofrecieron al pueblo alemán dicho partido, su ideología y su líder ante la
desastrosa situación de los años veinte y treinta, que logró seducir a tantos
millones de personas. Quienes, además, hasta que el signo de la guerra
cambió radicalmente, vieron a su país crecer y ocupar una posición de
privilegio en el mundo.
Muchos libros explican esto, pero es más instructivo verlo
aplicado (uno a uno, examinando sus distintos avatares personales) en los
protagonistas de esos años decisivos del siglo XX.
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edicioneseltorodebarro@yahoo.es
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